¿Sabemos ser padres?
Ahí nace delincuencia
Por José Luis Loyo Ochoa
Veracruz, Ver. MX. Saber ser padres reviste un sin número de situaciones que pocos les sabemos interpretar, muchos habremos de llegar a ser abuelos y jamás habremos sabido a ciencia cierta cual es nuestro verdadero cometido en éste paso por la vida habiéndose sido aceptada nuestra paternidad, no alcanzamos ha comprender que es responsabilidad y sobre todo, un sacrificio con principio pero sin final.
Quienes económicamente tiene todo viven en la creencia que, con dale a los hijos todos sus caprichos han sabido ser padres, incluso con darle estudios hasta los últimos niveles vamos con la creencia de hemos cumplido con esa sagrada que nos fue conferida desde el momento mismo en que aceptamos formar una familia, bien por esos que pudieron ir de la mano de sus hijos hasta formarles profesionalmente o en algún oficio que les diera la oportunidad de llevar una vida noble y decorosa, l menos, en nuestra sociedad es así como conceptuamos la creación de una familia y la formación de nuestros hijos, pero el famoso pero de siempre, no termina ahí esa gran responsabilidad, incluso podría decirse que apenas empieza, y es que el ser padres no tiene ni principio ni fin, es una tarea de la vida misma, es decir, de toda la fase de nuestras vidas terrenas.
Incluso al momento de dejar éste mundo y pasar ha ser un recuerdo para nuestros hijos prevalecerá algo que es lo más importante, el ejemplo que hayamos logrado ser para los hijos que dejemos aquí, máxime si esos hijos están aún en la formación de ser adultos, y ese paso estimado lector es el más importante de nuestras vidas, si logramos ser un buen ejemplo para ellos, con toda seguridad que ellos a su vez habrán de pugnar por dejarles a sus propios hijos el mismo legado que recibieron de parte de nosotros.
Quizá a éste momento usted sienta en todas éstas líneas un galimatías sin principio y fin y, lo más seguro es que le asista la razón, pero lo que tratamos con éste espacio de hacer un poco de conciencia para poder comprender de mejor manera esa enorme importancia que es el hecho de ser padres, de hacernos concientes de que, el tener mucho y darles las mejores oportunidades sin que les cueste el menor esfuerzo es lo peor que podemos dar a esos hijos que habrán de ser nuestra perpetuidad por éste tránsito que se llama vida. El tener y dar es algo muy cómodo, sobre todo cuando nos dedicamos únicamente al hacer lo que mueve al mundo;
Craso error estimado lector, busquemos dentro de nosotros mismos, si no tuvimos aquel padre preocupado por lo que hacíamos, pero en cambio creía cubrir ese espacio dando el billete que le fuera pedido sin saber para se ocuparía, lo más seguro es que jamás sabrá a ciencia cierta que hacía ese hijo, no con su dinero (el del padre), sino con su tiempo que debería de haber ocupado para ejercitarse en la dura de convertirse en adulto. ¿Todavía no nos entendemos?, créame que estamos iguales, pero mi interés primordial se basa en que despertemos todos y cada uno de quienes hemos sido bendecidos can la gracia de la paternidad, despertar y aceptar nuestra responsabilidad sería la mejor manera de armar nuestras vidas para combatir con éxito toda la podredumbre que hoy estamos viviendo.
Todos esas mafias con sus delincuentes han provenido de familias, todos y cada uno de quienes hoy se convierten en verdugos de la sociedad han salido de la matriz materna y por ende todos han tenido madre, y por consecuencia lógica han tenido un padre, quizá muchos de ellos ni sepan a ciencia cierta cual haya sido el suyo (el padre), pero resulta innegable que lo tuvieron, hasta hace uno cuanto añitos, no muchos, las incubaciones de probeta no se habían logrado, y aún a la fecha no se sabe que se hagan de humanos, por lo tanto todos hemos provenido de la unión de un hombre y una mujer.
Creo que ahora si ya nos vamos entendiendo con la intención que nos lleva a el espacio que hoy les endilgamos, si aún nos está haciendo el favor de leernos podremos entender mejor el significado y, entre los dos, ayudarnos mutuamente para poder difundirlo entre nuestros allegados, ellos la finalidad de que podamos comprender todos juntos que con ningún ejercito no las mejores armas del mundo podremos hacer frente a una guerra que tiene un nacimiento, y ese origen está dentro de nosotros mismos, de nuestros hogares y de del seno de nuestras mismas familias.
Tiempo atrás expusimos a su atención la vida de tres hombres que, dicho sea de paso los admiro por lo que decíamos en ese entonces, son tres veracruzanos que, vimos dieron el ejemplo a sus hijos, les enseñaron desde niños el valor del trabajo y ha tener obligación, aún y cuando estaban estudiando la instrucción primaria, en vacaciones asistían como el último empleado y se ponían a las órdenes del jefe en turno par aprender ha trabajar, no fue lambisconería, incluso con uno de los tres tuvimos diferencias cuando fue servidor y exponíamos lo que considerábamos incorrecto, (Gerardo Poo Ulibarri), pero su trabajo y manejo de la familia es algo que reconocemos y ello lo resaltamos en su momento, y ahí están los tres personajes con sus hijos, hoy hombres y mujeres de empresa responsables y ejemplos ciudadanos, los hijos de esos personajes no han salido mafiosos ni gente del bajo mundo. ¿Por qué razón?, sencillo, por el ejemplo recibido, los otros dos son Sergio Torres Marín y Antonio Chedraui Mafud, ¿Tengo razón o no estimado lector?.
Concluyamos el espacio de hoy recordando aquellos tiempos que nos toco vivir, cuando existía eso que hoy se ha perdido en todos los sectores de la sociedad, pero que en aquel lejano tiempo que rigió nuestra formación en la vida brindó muy buenos resultados.
Respeto, educación y sobre todo amor por nuestros padres, abuelos y maestros, aún que le suene utópico o irrisorio, en nuestros tiempos existía tanto el respeto como el amor al maestro, y fue principalmente porque los maestros de ese entonces se ganaban a pulso tanto ese respeto como el cariño de nosotros sus alumnos. Perdidos esos valores morales fuimos cayendo en un abismo de, con su disculpa, importamadrismo, el cual nos vino ha sumir en la situación por la que hoy vamos haciéndonos enemigos los unos de los otros, saliendo a nuestras cotidianas obligaciones cuidándonos todos de todos, triste pero es la realidad imperante en éstos días. Si usted amable lector se cansó de éstas líneas, no diga nada, pero si les tomó el lado bueno haga el favor de divulgarlas para que podamos ir en la mejor búsqueda de la solución a la problemática actual que, resumimos, nace en todos los senos familiares, y no olvide que nuestros coreos siguen atentos a sus sugerencias: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com