lunes, 19 de octubre de 2009

Un día en el Súper
¿Hacen como que ..


Por José Luis Loyo Ochoa


Veracruz, Ver. MX. ¿A que asiste a un súper mercado?, a dejar el poco dinero que anda sonando en nuestro bolsillos, y decimos sonando porque en el tiempo actual solamente a quienes les puede sobrar un billete es a los políticos, a nosotros, los del pueblo, solo nos que da la morrallita que suena en nuestros bolsillos, pero, monedas o billetes, cuando les visitamos a esos súper mercados es para dejarles los centavitos, nunca para pedirles algo fiado y menos aún regalado. Los principales encarecedores de todos los productos son a no dudar, esas cadenas de súper tiendas que nada de samaritanos tienen.

Y bien, rompiendo nuestra alcancía sacamos los centavitos que ahí estaban a espera del mejor uso y acudimos por unas cuantas verduras, frutas y en si lo que pudiera salir más barato, aspirar a comprar un frasco de mermelada el día de hoy es perderle el amor a los cuarenta pesos como mínimo, ni que decir de querer comprar un cuarto del jamón que la mayoría de las veces ya lo tienen lamido y mordisqueado por los roedores y cucarachas, al igual que las frutas y verduras, donde vemos en esa góndolas donde exhiben todas las mercancías corriendo a esos milenarios insectos.

No hablamos de todas esas mega tiendas, nos referimos a específicamente a una que nos queda cerca del domicilio, la que pusieron donde se ubicaba el antiguo parque deportivo conocido como “El Cerdán Arrechavaleta”, donde se jugaba del beis Bol, el fut y luchas amateurs, ese parque el más “honrado” de los panistas que han sido alcaldes había dado a una firma comercial de la ciudad de Monterrey, la cual supimos extra oficialmente que le habían ofrecido un pequeño edificio en aquella norteña ciudad, no decimos el nombre de ese alcalde porque quizá los de la histórica ciudad de Coatepec se puedan ofender, el citado parque no se cerró en su época, pero fue en la siguiente, cuando otro “honesto y honrado” panista fue el alcalde del cuatrienio, ese que sus familiares están sometidos a investigación por manejos no muy transparentes en el negocio de las casas de cambios.

Como usted puede apreciar no existe un solo artículo en el cual no podamos hacerlo sin mencionar a esa “casta divina” de “honestos y honrados” panistas, crea usted que no es en nada nuestra intención, pero desgraciadamente desde que esos “señores” llegaron de políticos hemos visto como los facinerosos se quedan cortos en materia de artimañas y argucias para salir de la pobreza, les hemos visto llegar con una sola muda de ropa cual única indumentaria y salir más emperifollados que un RIFIFI de la época del México de los abuelos, amén de que fueron ellos los que, con la falsa pose de crear empleos dieron a una firma la posesión de esos terrenos donde cientos de personas de la clase media y baja podían ir a recrearse con juegos dominicales e inclusive haciendo ligas deportivas de donde salieron muchos atletas que han sido figuras, pero repetimos, ellos, en su muy noble actuar en la procuración del bienestar del pueblo tienen la capacidad de venderle a todos los diablos del averno el alma de todo un pueblo, y así haciendo, argumentará que es en beneficio de ese pueblo, usted sabe que no mentimos.

Pero el caso de éste espacio radica en la empleomanía que priva en ese citado súper que está bajando el puente de la avenida Cuauhtemoc de ésta ciudad y puerto de Veracruz.

Ahí, queriendo comprar unas verduras y frutas lo tenemos que hacer espantando a todos los bichos que salen paseando quizá sabidos de que es día Domingo, y al comentárselo a una persona que asiste las fuentes de esos alimentos nos responde que ellos no pueden hacer nada, diariamente lo reportan a la gerencia y nadie las hace caso, les responden en forma déspota que ya están por ir los fumigadores, que eso es lo que tienen decirles a la clientela que se queje del asunto, incluso que nos digan a los clientes que es motivado a causa de las lluvias de la temporada.

Pero vamos a las partes de comestibles enlatados y embotellados, la cosa es igual, bicho sale y bicho corre cual su estuvieran en maratón dominguero,, lo mismo sucede con esas áreas donde se expenden las carnes, de res, pollo o cerdo, y ni que decir en donde cortan las carnes frías llamadas embutidos, los empelados con mucha “discreción” pisan a esos bichos queriendo hacerlo a manera de el cliente no se de cuenta.

Le parece poco?, aún no terminamos, cuando ya hemos dejado nuestros centavitos y nos dirigimos a la puerta que queda enfrente de donde estacionamos nuestra carcachita, está una afanadora escurriendo el agua de la lluvia, y esa afanadora le ORDENA una señora que porta uniforme de “VIGILANTE” cierre la mencionada puerta porque ella no estará sacando el agua todo el tiempo que dure el aguacero, acto seguido la “CORONELA” le cierra esa puerta aún y cuando varios clientes estemos parados ahí para salir con rumbo a nuestra unidades y poder meter nuestra mercancía en el auto, huelga decirles que para nada valen los argumentos que le expongamos a la “férrea cumplidora de la vigilancia y el orden del citado centro, sobra que le digamos los ahí presentes que nuestros autos los tenemos precisamente frente a esa puerta, esa “fiel cumplidora de su deber” nos dice en forma déspota y altanera que nos demos la vuelta por la puerta de atrás del súper, que si nos mojamos no es culpa de ella, que al afanadora no va ha estar secando el agua todo el día por que los clientes tengamos enfrente de esa puerta nuestros carros.

Y PARO EL CHUBASCO, pero ello no fue motivo para que la vigilante que sin duda a manera de piropo alguien debe de haberle dicho que con ese uniforme parecía coronela, se doblegara para abrir la citada puerta. Buscamos a algún gerente, nunca lo pudimos ni por asomo de suerte mirara, entonces tuvimos recurrir a una de las llamadas supervisora
y a ella pedirle que le hiciera entrar en razón a esa émula de ADELITA, y esa señora se miró en la necesidad de buscar a un individuo con más rango que la vigilante para hacer que nos abriera esa puerta, repetimos, aún y cuando el aguacero ya se había calmado.

Es en situaciones como éstas cuando recordamos aquel refrán que reza; “La culpa no la tiene el indio sino el que lo hace compadre”, en esa acción la vigilante y la afanadora se reían de la autoridad de quien funge como supervisora del mencionado súper, sería muy bueno que alguien con jerarquía en éste tipo de súper mercados les hicieran llegar éstos datos a quien pueda tener un poco de autoridad sobre éste tipo de personas, y mientras a manera de espera trataremos de no volver ese asqueroso lugar, usted no olvide nuestros correos desde donde con gusto trataremos de atender sus quejar o sugerencias: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com

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