Crucero Político

José Luís Loyo Ochoa



SAS registros trampas

¿Asesores hidráulicos?

Mareos en un peldaño



QUIENES SE MAREAN SUBIENDO UN PELDAÑO JAMAS ESTARAN CAPACITADOS PARA SUBIRSE A EMPRESAS DE MAYOR ENVERGADURA.


Veracruz, Ver. MX. Martes veinticinco de Abril, una de la mañana con cinco minutos, circulan por la calle de Arista en un auto compacto una familia, el conductor sin síntomas de alcohol, es decir, en sus sano juicio, de pronto tiene que virar para esquivar un registro del agua que está en el centro de la calle, dicho registro se ha reportado al sistema de agua y saneamiento en repetidas ocasiones sin que, a la fecha alguna dependencia haya tomado cartas en el asunto.



Resultado del viraje que el conductor de auto tiene que caer provoca la volcadura del auto en donde viaja una familia de jóvenes, con ellos viene un niño de escasos siete años, afortunados solo resultan con golpes contusos y el tremendo susto, el auto queda con las llantas para arriba y sin lugar a dudas, en caso de contar con seguro será dado como pérdida total, golpea muy poco a otro vehículo que estaba estacionado.



En ésta misma calle de Arista, entre las avenidas Pino Suárez y Jiménez existen tres hoyancos más, los cuales entre los vecinos del lugar estuvimos tratando de tapar con escombros y que afortunadamente los del famoso sistema de agua y saneamiento vivieron a darle el remedio de un bacheo que, a menos de un mes de bacheado de nueva cuenta vuelve a dar señales de que muy pronto habrá de volver a convertirse en el hundimiento de siempre, el mencionado bacheo fue la aspirina para el enfermo de pulmonía, es decir, dicho enfermo habrá de morir sin lugar a dudas igual al nuevo hundimiento que habremos de tener los vecinos de la citada calle de Arista entre las avenidas Pino Suárez y Jiménez.



¿Qué no podemos culpar del todo a la nueva administración del SAS?, ¡Cierto!, es muy añejo el problema, por todas las calles y avenidas de la ciudad y puerto de Veracruz se observan las mismas calles destrozadas, tapas de registros en el justo medio de las arterias que sobresalen de la carpeta asfáltica o del concreto de las calles, repetimos, no existe una sola calle o avenida en la cual se pueda circular sin tener que esquivar ese tipo de trampas las más de las veces de mortales consecuencias, por donde usted y mande circular habrá de ser lo mismo.



La gran mayoría de los ciudadanos de ésta otrora bella ciudad pagamos todos los impuestos y antojos que nuestras sacrosantas autoridades nos quieran endilgar, mascullamos y echamos más mentadas que un alvaradeño etílico pero, al final de cuentas pagamos rigurosamente ese nuevo impuesto que nos endilguen sin decir agua va. ¿ Y para qué?, para seguir mentando más madres a voz en cuello sin recibir el mejoramiento al que tenemos todo el derecho en esos pésimos servicios que nos brindan quienes nos tiene bajo su yugo.



El actual director de SAS podrá argumentar que él no tiene la culpa, muy cierto, pero ahora él acepto un encargo y sí, tiene toda la obligación de cumplirle al pueblo, poner asesores que en realidad sepan de los sistemas hidráulicos y por ende ejecuten los trabajos en mejoras de una

mejor calidad para el beneficio colectivo, repetimos, ASESORES HIDRÁULICOS, y no asesores en materia de llenar de facturas apócrifas todos sus sistemas contables, el señor director sin lugar a dudas sabrá el porqué, pero aún si se empeña en sostener a su lado expertos en ese tipo de sistemas contables que se encaminan al fraude debe de tener asesores de aguas.

Llantas, suspensiones y hasta parabrisas perdemos todos los que tenemos la necesidad de ir circulando por las arterias del puerto, y son pérdidas que a nadie podemos cobrar, casi mes con mes debemos de llevar nuestras carcachas para hacerles la respectiva alineación junto con el obligado balanceo de llantas, ello porque nuestras calles y avenidas son un bache tras otro y ni para donde esquivarlos, y si queremos esquivar ese bache seguramente habremos de chocar con el vehículo que vaya junto a nosotros.



Aún están por venir las ansiadas lluvias, será entonces cuando habremos de tener que dejar nuestras carcachas en casa e irnos, o bien en camiones que tampoco nos brindan un mínimo de seguridad, o de plano irnos a pie a los trabajos, corriendo el riesgo de ser atropellados por alguien que trate de esquivar un bache o que de plano haya caído en él y de maromas hasta ir sobre la banqueta donde vayamos caminando. No exageramos, exponemos una realidad que no se puede ocultar y que mil desgracias ha traído al pueblo. OJO SEÑOR RUIZ CARMONA, lo bueno está por venir y la mayoría de los baches en la ciudad y puerto son debido a los malos sistemas de drenaje pluvial y registros de aguas en los centros de las calles y avenidas.



Y terminemos el espacio con algo que sucede en todos los neo políticos, sin dejar a uno solo fuera de la lista, todos sufren el vértigo y se marean cuando solamente han subido UN PELDAÑO, ni siquiera han logrado tomarse de la barandilla para poder seguir subiendo cuesta arriba cuando ya se han mareado, lástima, están demostrando que habrán de ser políticos de una sola función, para la siguiente gira ya se habrán de haber sus ansias de novilleros y no irán en la siguiente gira, el cansancio les habrá agotado totalmente, amén de el pueblo no votará por ellos en otra vuelta, de eso estimados amigos no existe duda.



Existen unas pastillitas que son especialmente para contrarrestar esos mareos propios de esos que no saben navegar o viajar en avión, son muy buenas y surten efecto, sobre todo entre los que son dados a los mareos antes de subir el primer peldaño, se las recomiendo, sobre todo a los que tienen que estar a las orillas de los ríos, como Boca del Río o cualquier otro lugar que se encuentre en los mismos linderos, y por hoy hasta aquí le paramos no vayan a creer que les estamos tirando piedritas o rocas algunos amigos del conurbado municipio boqueño, y con el gusto de siempre les recordamos nuestros correos electrónicos desde con gusto les servimos: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com y muchas gracias.